ILUSTRANDO DUNIYA (II): PREZ

Tardé en encontrar una persona a la que encargarle la portada. Aunque yo estaba convencido de que no, de que la había encontrado hacía tiempo. Hay un artista tailandés de nombre Tithi Luadthong, cuyo trabajo me gusta mucho y que he usado unas cuantas veces en Sportula para diversas portadas. De hecho, ya tenía seleccionadas cuatro o cinco imágenes suyas que podían venirle muy bien a cada uno de los volúmenes de El hueco al final del mundo.

Durante varios meses, seguí con esa idea. Cierto que no eran ilustraciones creadas ex profeso para los libros, pero no reflejaban mal lo que el lector se podía encontrar en ellos y, como ya he dicho, el estilo de Luadthong me gusta mucho.

Pero a medida que pasaba el tiempo, le iba viendo más las costuras a la decisión que había tomado. Estaba personalizando el interior de la novela con imágenes creadas por alguien que se la había leído y sin embargo me estaba conformando con usar imágenes genéricas para la portada. Por mucho que estuviesen elegidas con cuidado para que guardasen cierta relación, no habían sido creadas para mi novela, lo cual no me terminaba de gustar.

El clavo definitivo en el ataúd llegó cuando supe que la ilustración que había elegido como portada para La Simiente de la Esquirla también la estaba usando un videojuego bastante conocido. No había nada raro en el asunto, tanto los editores del videojuego como yo habíamos pagado por derechos no exclusivos de la imagen, así que cualquier otro podía usarla, como lo habíamos hecho nosotros.

Ese factor, la idea de que la misma ilustración aparecería como cubierta de un videojuego que no tenía nada que ver con mi novela, fue lo que terminó de decidirme. Quería algo creado ex profeso para mi libro; algo que no pudiese usar nadie más.

Así que tenía que buscar a alguien para que me ilustrase la portada. Y rápido. La novela estaba prevista para febrero de 2020 y estábamos en noviembre de 2019. No íbamos precisamente sobrados de tiempo.

Decidirme fue más fácil de lo que creía. Ya había sido testigo del buen hacer de PREZ como portadiste e ilustradore en la novela de Felicidad Martínez Pakminyó (que ya estáis tardando en leer, por cierto, si aún no lo habéis hecho). Y, tras pasearme por su web y ver más muestras de su trabajo, no me quedó la menor duda de que era la persona adecuada para realizar la portada de La simiente de la Esquirla.

Ahora dependía de que sus tarifas me resultaran asequibles, de que aceptase leer la novela antes de ilustrarla y de que pudiese tenerla lista a principios de enero de 2020. Lo primero y lo tercero eran imprescindible para que llegásemos a un acuerdo; lo segundo solo deseable.

Tuve suerte y PREZ, además de aceptar el encargo, estaba dispueste a leerse la novela. Así que se la pase y se puso a leerla.

Tras terminarla me comentó que el momento más impactante para la portada le parecía la llegada de los verjóngers a través de un portal mientras el Hereje y su misteriosa invitada se preparaban para recibirlos como se merecían. Eso le permitía mostrar parte del paisaje urbano de Volkenskap y, a través, del portal, ver también el lugar del que venían los monstruos. Estuve acuerdo y le di el visto bueno,

Poco después tenía el primer boceto, en el que simplemente se mostraba la disposición de los diversos elementos y se comprobaba que el texto no tapase nada importante:

El segundo, boceto, a color, estaba mucho más elaborado. Las figuras del Hereje y su invitada seguían sin definir, así como la calle y ciertos aspectos de los edificios, pero en general se veía con claridad hacia dónde avanzaba la cosa y ya podíamos ver en el interior del portal un atisbo del lugar de origen de los monstruos.

Me gusto mucho lo de las pintadas y los carteles, que fue completamente idea de PREZ, y le sugerí que los carteles podían ser pósters de enganche de la Inquisición.

La tercera versión le da un toque un pelín más gótico a los edificios y añade detalles tanto a estos como a la acera y a las dos figuras humanas.

Había un pequeño aspecto que no me convencía: el paso de peatones, que era idéntico a los de nuestra época. Deliberadamente, había creado la ciudad de Volkenskap como un territorio familiar para los lectores, muy parecido en muchos aspectos a algunas de nuestras ciudades, pero no dejaba de ser una ciudad en el remoto futuro separada de nuestra época por un par de colapsos, así que era poco probable que usasen la misma iconografía para las señales de tráfico.

Por lo demás, faltaba el verjónger que debía cruzar el portal.

Todo eso se solucionó, como podéis ver a continuación, en la siguiente versión:

Tras esto, lo único que quedaba ya era recibir la portada a alta resolución y aplicarle el diseño de cubierta elegido, con el correspondiente logo editorial y la tipografía adecuada. La última fase del libro había terminado y este estaba listo para entrar en imprenta.

O tal vez debería haber dicho que lo que había terminado era solo la fase inicial del libro: escribirlo, revisarlo, componerlo, ilustrarlo. La fase final, la definitiva, está teniendo lugar ahora a medida que llega a vuestras manos y lo leéis.

En todo caso, espero que estos dos pequeños posts sobre la evolución de las ilustraciones que adornan La simiente de la Esquirla hayan sido de vuestro agrado.

Y que la novela lo sea también, por supuesto.

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